RAPANUI
Isla de Pascua
Comentar en primer lugar de que se trata también de una Isla de La Polinésia, tal vez la más alejada y la menos conocida.
Ubicada a 3.700 Kms de la Costa de Chile y a 4.050 de Tahití, a esta isla le llaman «el ombligo del mundo» está en el lugar más alejado o equidistante de cualquier otro lugar en el mundo.
Los nativos en su idioma a Rapa Nui la llaman «Te pito o te henua», que quiera decir precisamente el ombligo del mundo. Fué rebautizada como Pascua ya que fue descubierta el día 5 de Abril de 1722, el día de Pascual de Resurección.
Cuenta con una superficie de 185 km2 y una población de 3.800 habitantes. Temperatura de privilegio, con un promedio de 24, clima semi tropical.
Flora: La única especia arbórea autóctona es el Toromiro, que actualmente se encuentra extinguido en su forma natural, existiendo ejemplares traídos de jardines botánicos del exterior
La mayor parte de la Isla está cubierta por una estepa herbácea constituida principalmente por helechos. Los escasos bosques existentes están poblados de eucaliptos, Miro-Tahiti o árbol del paraíso, Aromo y Ciprés.
Fauna: Las aves terrestres están representadas por cinco especies introducidas desde Chile continental: Tiuqué común, Gorrión, Diuca, Perdiz y Palomo. Las aves marinas son de gran interés cultural y científico, estando ampliamente representadas en objetos arqueológicos.
Pertenece a Chile. Su moneda es el Peso Chileno y también el Dólar.
Su idioma es el Rapa Nui y el español, también se habla algo de francés e inglés.
En cuanto a ropa para llevar: ropa liviana y cómoda, de algodón, calzado cómodo, shorts, bronceador, sombrero para el sol y gafas de sol.
Lo primero que hay que comentar de esta Isla son los miles de petroglifos existentes, cavernas y estatuas talladas en piedra volcánica denominadas moais, que representan a la figura del hombre y que no se encuentran en ningún lugar del planeta.
Es una Isla paradisíaca en mitad del pacífico, de origen volcánico y lleno de misterios envueltos en una magia especial. Es la Tierra del Rey Hotu Matua que a pesar de toda la tecnología que el mundo moderno ofrece no ha logrado hacer desaparecer sus tradiciones. Es toda la isla un museo al aire libre. Cautivadora por sus playas, misteriosa por sus Moais, privilegiada por la naturaleza, dando a conocer el legado de una civilización que lucha por no desparecer y conservar sus costumbres. La Isla de Pascua es un lugar inolvidable.
Toda la isla está declarada Parque Nacional.
Anakena: Recorre la zona costera y Norte de la isla, los sitios de mayor Interés son: Vaihu, donde se pueden observar diferentes tipos de construcciones, estatuas de distintos periodos de la historia de la Isla. Rano Raraku, volcán de 250 mts. su cráter forma una laguna, donde habitan manadas de caballos salvajes. En este lugar se tallaban los míticos Moais, desde lo alto se observan las estatuas, incluso se pueden observar algunas todavía esculpidas en la roca y a punto de ser «cortadas» por su base y ser transportadas…es el llamado camino del Moai, a lo largo de esta senda se encuentran Moais esparcidos por el suelo.
Caballos en Rano Raraku | Volcán Raraku |
Te Pito Kura es el Moai más grande con un peso de 90 toneladas, junto a él una piedra redonda llamada Te Pîto ó Te Henua (El ombligo del mundo). Ahu Tongariki, el templo de mayor tamaño de la isla. Muy cerca se encuentra la hermosa Playa de Anakena, con su bello oasis de palmeras importadas de Tahití.
Ciudad ceremonial de Orongo, antigua aldea donde se puede apreciar la civilización de los isleños aborígenes, sus costumbres y tradiciones y sus viviendas. Curiosamente estas viviendas son de muy bajo techo; ello era debido a impedir que el sol penetrase en su interior. ello permitia a las jóvenes elegidas por los dioses poder tener la piel completamente blanca ya que debian procurar que jamás les tocase el sol.
Desde lo alto se puede admirar los Motus donde los jóvenes guerreros iban en busca del huevo del Manutara. Desde lo alto de Orongo se puede apreciar la curvatura perfecta de la tierra puesto que se contempla el puro horizonte desde el centro mismo de la Isla. Cerca se halla el volcán Rano Kau, el más hermoso de la Isla, tiene una altura de 400 mts., su cráter forma una laguna de 700 mts. de diámetro, en sus laderas interiores crecen parrones, piñas, plátanos y diferentes especies de flores que en cierta época del año al florecer ofrecen un espectáculo sin igual.
Ahu Akivi (conocido como el de los 7 Moais), único templo en el interior de la Isla y que sus Moais miran directamente al Mar, hacia Tahití. (Todos los templos se hallan situados en la costa y curiosamente los Moais esta de espaldas al mar), muy cerca se encuentran las cavernas de Ana Tepahu, son túneles hechos por la lava de volcanes ya extintos (nos recuerda los «Jameos del Agua» en Lanzarote); en este lugar habitaban antiguamente los «orejas cortas» y los «orejas largas». Eran llamados orejas largas porque colgaban pesos de sus orjeas para alargarlas, los orejas largas creian tener un origen divino y preponderancia sobre los orejas cortas (normales), esclavizando a éstos y dándoles los trabajos más duros. Cuenta la tradición oral que éstos se revelaron y mataron a los orejas grandes.
Muy cerca también está la cantera de Puna Pau donde se sacaban los Pukaos, tocados o sombreros que adornan la cabeza de determinados Moais, se trata de roca espuma de lava más rojiza y mucho más blanda y de menor peso, lo cual permitía esculpir los tocados de los Moais una vez éstos estaban ya izados.
También muy cerca se halla el templo reconstruido de Ahu Tahai. Recomiendo una visita al Museo Arqueológico del Padre Sebastián Englert, cuenta con piezas únicas y nos muestra la antigua cultura de Rapa Nui. Para los numismáticos informarles que en Hanga Roa encontrarán la única estafeta de Correos de la isla, allí se pueden adquirir colecciones propias de Rapa Nui, también las pueden encontrar en el Museo del Padre Englert .
Hanga Roa. El pueblo que hace a las veces de capital o centro comercial (todo es muy reducido), es recomendable en Hanga Roa visitar el mercado de artesanías, las hay de muy bellas, sobre todo tallas en madera y los célebres bastones de mando, bellamente tallados, estilo Huapa Mohia
Folklore: Todo y ser un folklore polinesio es bien diferente del tahitiano, así como este último tal vez es más sensual, con movimiento de pelvis y cadera, el de Rapa Nui es más bravío, más fuerte, también su música y sus canciones. Si tenéis ocasión os recomiendo aistir a una representación del Ballet Cultural de Rapa Nui (como una especie de Ballet Nacional) .
El grupo de Ballet se llama Kari Kari. Cualquier taxista os podrá llevar, la Isla es pequeña y ellos siempre saben donde actúan. A propósito de los taxis , no son relativamente económicos, van a precio fijo, a una Luca chilena, 500 pesos – 1 €, cobran por parada, no importa la distancia, tanto cuesta ir a la vuelta de la esquina como hacer un recorrido largo.
El Hoko: Esta forma de baile es una de las representaciones artísticas más antiguas de Rapa Nui. Danza primitiva que se presenta más estática y posicional, ya que fija un centro de gravedad con el arco de los pies; en este lugar se realizan ondulaciones del cuerpo, giros de las rodillas, mímica facial muy expresiva, acompañado de movimiento de ojos y de manos, imitando ligeramente a las aves y a los hombres. El Hoko se efectuaba durante los coros, nombre asignado a todo tipo de fiesta que se celebra con cantos, hombres y mujeres interpretan alternadamente. Se pintan los cuerpos con diversos colorantes: jugo de pulpa de púa, tierra roja, greda blanca y tizne y llevan en la cabeza una cinta adornada con plumas cortas.
Sau Sau (Video Foto)
Sau Sau: Danza y canto de origen Samoano, practicado en la Isla desde los últimos 60 años, su nombre es aplicado a toda fiesta que tenga baile. Comienza con la pareja dando vueltas, luego el varón suelta a la dama manteniéndola sujeta sólo con su mano, para permitirla girar sobre si misma. A continuación la pareja se separa e inician una serie de movimientos en forma de paseos oblicuos, partiendo los danzantes desde un lado y cruzándose tangencialmente. La figuración del baile se va haciendo más variada y el ritmo de la música se acelera paulatinamente. Es así, como el baile se va transformando en un verdadero torbellino, mezclando con gritos y exclamaciones de placer.
La música y el baile pascuense en todas sus manifestaciones tienen un sello de convivencia humana, cuya sicología, dentro de un carácter lúdico, tiene una afirmación de trabajo, perseverancia y honestidad que comienza a descubrirse como modelo.
Por último no podía faltar dentro de su folclore la danza propiamente polinésica. De origen Tahitano, rápido y caracterizado por su acrobacia y sensualidad. Se baila casi en punta de pies, ejecutando movimientos sensuales manifestados principalmente, tal como hemos comentado, por desplazamientos de pelvis y caderas. Ubicados los bailarines, muy cerca el uno del otro, se mantienen en su sitio moviendo el cuerpo a un ritmo acelerado y apoyando las manos en las caderas o en el vientre.
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